Nos venden a golpe de talonario emocional, cuerpos irreales e idealizados, que aunque disten de nuestra realidad, nos hacen sentir de una manera determinada.
Arquitectos utópicos de cuerpos inmejorables, de lineas definidas y trazos milimétricamente estudiados para favorecer, of course, el marketing y la imagen de la marca.
A Algunos nos mueven emociones contrariadas, nuestra edad y nuestra experiencia en la vida nos muestra la dicotomía entre lo ideal y lo falaz, y lo real; pero no deja de "mover" emociones como la frustración y la envidia, escondida detrás de un discurso procesado y preparado de "yo estas cosas ya se que no son reales y no me las creo", pero en el fondo Sras y Srs, aunque sepamos que el photoshop retoca, esconde, recorta, recauchuta y moldea... En el fondo dejamos que nuestro imaginerío fantasee con la quimera de la mujer y el hombre de trazos perfectos.
Y los niñ@s y los adolescentes? Con recursos personales en vías de construcción? Con valores sustentados- en parte- en motivaciones, necesidades e intereses del grupo social? Son capaces de diferenciar, creer y en definitiva gestionar correctamente, estas emociones que nos hacen sentir estas imágenes?
Cuerpos inalcanzables, cinturas de muñeca Barbie®, cutis de tersura increíble, celulitis al escondite, arrugas congeladas en la edad de la inocencia, y en definitiva una berlusconización del cuerpo de la mujer.
Los hombres también sufren en silencio, en su caso, la exaltación de los músculos y las facciones masculinas, apremian los cuerpos todavía infantiles de muchos adolescentes y exigen al adulto joven a machacarse en salas de musculación para llegar al modelo social establecido.
Foto? Sonríe... Photoshop! Xof,xof,xof...
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