sábado, 21 de enero de 2012

Cuántos kilos te han traido a ti las fiestas?

Me parece asombroso ver como el gimnasio se llena hasta los topes en ciertas épocas del año.

Los que hacemos deporte como una forma de vida y utilizamos el gym como centro de operaciones, no podemos dejar de levantar una (o dos) cejas mientras nos preguntamos... "¿Realmente creerán todas estas personas que por venir estos días o unos cuantos más después de las fiestas tendrán un beneficio?" La respuesta, es que para ellos sí... y "¿por qué?" Simplemente porque para estas personas hacer deporte no tiene ningún otro beneficio que la pérdida de peso.

Los que somos viejunos en el tema, sabemos a la perfección el esfuerzo y la dedicación que implica tener un objetivo deportivo, y hacer de éste un "modus operandi" de tu vida y no una carga que has de sufrir para vencer a tu conciencia atocinada con salsas, guisos, cantidades ingentes de comida, turrones, y otros excesos navideños.

Ahora bien- como todo en la vida- esto también implica una movilización de recursos a nivel social y económico... La de empresas que ganan dinero con esta operación- por cierto, prima hermana de la archiconocida y estandarizada "operación bikini"- y la de personas que se lucran directa e indirectamente de este proceso social.

Los gimnasios se frotan las manos a sabiendas de que la gran mayoría de altas en estas fechas responden a personas que no desean integrar este ritmo de vida como algo beneficioso para su organismo, sino como un complemento para perder peso. Estas matrículas deportivas no serán bien aprovechadas, y después de unas semanas llenas de euforia secundada por una ingesta inyectada directamente en el parénquima neuronal en forma de azúcares navideños de absorción rápida, desaparecerán y desistirán por responder a un método que requiere esfuerzo continuado y personal.
La sociedad, movida por nuestra epistemología actual, busca métodos, productos, aparatos, respuestas, emociones, resultados, RÁPIDOS y FÁCILES. Claro está que hay empresas y colectivos que se encargan de hacernos llegar ésto que deseamos... el problema es que no nos explican los EFECTOS ADVERSOS o las CONSECUENCIAS a medio y largo plazo... da igual!! el objetivo es ADELGAZAR!, cómo, dónde, a través de qué, cargándome el qué, da igual....

El regalo del año nuevo nos trae una conciencia con poca memoria, llena de nuevos propósitos que la gran mayoría no cumplimos, precisamente porque están teñidos de objetivos poco creíbles para nosotros. La decisión no surge de lo que "debería de hacer" porque la sociedad lo dice, los medios de comunicación lo venden, o los profesionales de la salud nos informan... los objetivos surgen de nuestro sistema de significados, y de cómo éstos construyen nuestra realidad!

Me sirve? lo compro! Ahora aplícatelo en todo, y no sólo en las rebajas!